lunes, 8 de octubre de 2012

1. ANÁLISIS DE LA POLÍTICA EDITORIAL DE LOS DIARIOS EL TIEMPO Y EL ESPECTADOR CON RELACIÓN A LAS INFORMACIONES DE NARCOTRAFICO EN COLOMBIA (1986 Y 1987)

http://intellectum.unisabana.edu.co:8080/jspui/bitstream/10818/3432/1/132093.pdf

Diana Paola Lorduy y Christian Marcelo Meza Alvarez

Este documento, es una tesis de grado, realiza un análisis detallado sobre el narcotráfico en nuestro país, pues ambos medios de comunicación tenían y tienen la mayor credibilidad al interior de la opinión pública generando reacciones y actitudes sobre este suceso en Colombia.

En la década de los 80’s el diario “El Espectador” le declaró la guerra al narcotráfico, a través de sus noticias, informes y editoriales, en un contexto político de transición presidencial entre Belisario Betancourt y  Virgilio Barco Vargas; la guerra entre mafias y que se encarnizó a muerte con los periodistas  jueces, quienes buscaban sacar a luz los movimientos de los carteles de droga.
Entre 1986 y 1987, las acciones de los narcotraficantes a menudo se vinculaban con los personajes  de la vida política y empresarios de diversos sectores, así las denuncias constantes se veían entorpecidas por  acciones terroristas; los periodistas anteponían el derecho a la libertad de expresión primero el derecho a la vida, un ejemplo de ello es el periodista Guillermo Cano Isaza, asesinado en diciembre de 1986, por ordenes de Pablo Escobar.

En la guerra contra el narcotráfico, como lo nombran los expositores, los periodistas se convirtieron en la principal amenaza para las mafias,  usando como recurso la palabra, al denunciar los movimientos narcotraficantes; como retaliación, los narcotraficantes: les amenazaban, amedrentaban y acababan con sus vidas.

Otro aspecto negativo del narcotráfico en los periodistas, fue que en la lucha de encontrar la objetividad y profundidad de los hechos, los diarios nacionales cayeron la especulación y la superficialidad divida en partidos políticos de izquierda y derecha donde la palabra no era libre.

Este proceso periodístico en el diario “El Espectador”  mostraba una libertad limitada, no por las autoridades sino por los mismos periodistas que temían por sus vidas, pese a las circunstancias, en la editorial “los vaivenes de la extradición” publicada el 16 de julio de 1987,  donde se pedía la aprobación del tratado de extradición. Estos “voceros de la verdad”, como los llaman los autores,  orientaban la opinión pública, dejando ver su emotividad, ocasionaban negativos comentarios entre los lectores, pues el periódico perdía su objetividad.




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